19 diciembre 2014

Misiva de Cyrano



Quien conozca la película o el libro de Cyrano de Bergerac ya puede intuir de qué van mis letras que serán misteriosas, pues la persona a la que vaya dirigida sólo conocerá ella que estas van dedicadas a ella y sólo a ella si lo desea.

Trajano es mi lugar de inspiración, en dónde he escrito muchas cosas en el pasado, siempre desde el piso superior apartado de toda mirada y atención. Pero esta vez tenía que ser desde la planta baja pues es donde está la persona en cuestión.

No se da cuenta, que la observo sin cesar. Mientras trabaja afanosa y con efectividad, no puedo evitar mostrarle miradas, que desconoce por mi discreción.

Esta misiva la he titulado de Cyrano porque este portaba siempre en su pecho una carta de amor escrita a una desconocida; Cyrano de Bergerac estaba enamorado del amor mismo. Esa misiva que portaba estaba siempre presta para ser firmada por cualquiera y ser presentada y cumplir su misión de amor.

Esta es la primera influencia de mi escrito que es veraz, pues la veo hermosa y dulce, trabajadora y eficiente, atenta. Mas mi intuición me dice que esconde mucho más que no puedo observar en su puesto de trabajo.

Su belleza sin igual es de las que no necesita adorno alguno, ni pintura alguna. Su mirada es inteligente y hermosa, me encanta.

Por ser atento, el primer día por alargar mi estancia pude conocer su nombre, sufriría si no lo conociese, pues el pronunciarlo se convierte para mi como en mi pequeña oración, Ángeles. Me lo repito una y otra vez.

Verla sonreír es un placer sin igual, por los dioses que es muy cariñosa, acabo de ver como abrazaba y besaba en la mejilla, espero que a una amistad.

Me pregunto como voy a ser capaz de entregarle esto sin esperar espanto por su parte, pues estas misivas son de hace tres siglos al menos.

Pero la verdad, es que soy así y si eres la persona oportuna no se asustarás.

Todo esto es para decirte que quiero conocerte, y que me gustas, y será una bendición si soy correspondido, sino no te preocupes que te dejaré en paz como si no te hubiera escrito nunca.